El roce repetido de los zapatos sobre la piel… y aparecen los callos. Pueden causar verdaderas molestias.
URGO Protector Callos es un apósito adhesivo con un disco protector para proteger localmente callosidades como callos instalados u ojos de gallo.
URGO Protector Callos tiene un disco protector que protege el callo y evita la presión. Su soporte
adhesivo mantiene el apósito en su sitio para una sujeción óptima.
Los callos se crean debido a una compresión localizada de la piel en las zonas de presión y rozamiento (zapato demasiado apretado, deformación de los dedos de los pies…). Generalmente distinguimos los callos emergentes (localizados en la superficie de la piel) y los callos instalados (que se desarrollan en profundidad y causan un dolor más intenso porque sostienen las terminaciones nerviosas). ¡Ay, qué maaal!
Modo de empleo
Modo de empleo:
Después de un baño de pies caliente, secar bien los pies.
Aplicar el apósito de forma que el callo quede cubierto.
Renovar el apósito cada día.
Aplicar un solo apósito al día
A partir de 1 año de edad.
Precauciones de uso
Debe ser aplicado por un adulto para los niños menores de 16 años.
En caso de callo infectado, se recomienda el consejo de un profesional de la salud.
Para minimizar el riesgo de infección o de reacciones cutáneas:
Siga cuidadosamente las instrucciones de uso.
No reutilizar un apósito usado.
No utilizar después de la fecha de caducidad.
No utilice un producto dañado.
No utilizar sobre piel irritada, infectada o enrojecida.
No utilizar durante más de 30 días.
Información Práctica
Composición
Soporte adhesivo y disco protector
Formato
10 apósitos adhesivos 2 x 7 cm
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URGO Protector Callos. Indicación: Apósito adhesivo para la protección de callos, durezas o callosidades.
Producto sanitario: cumple norma vigente. Contraindicaciones, modo de empleo y precauciones de uso: lea atentamente el prospecto. RPS 51/23
Para eliminar los callos remoja los pies en agua tibia para ablandar la piel, utilizar una piedra pómez o una lima para suavemente exfoliar la capa de piel endurecida. Aplica una crema o loción hidratante para mantener la piel suave y proteger la zona afectada con almohadillas o protectores para reducir la presión y fricción. En casos persistentes o dolorosos, se recomienda buscar la ayuda de un podólogo para un tratamiento más especializado
Los callos son el resultado de la acumulación de piel muerta en áreas de presión o fricción repetida. Se forman como una respuesta de protección de la piel y pueden ser causados por el uso de calzado incómodo, caminar descalzo, actividades repetitivas o el roce constante de la piel contra objetos duros
