Cortes, rasguños, arañazos,¿ estás seguro?
Aunque superficiales, las heridas pequeñas requieren cuidados especiales. Es importante seguir varios pasos para tratarlas: detener el sangrado por compresión si es necesario, limpiar la herida con agua limpia y desinfectar con un antiséptico. Posteriormente, enjuagar y secar la herida. Elegir un apósito que lo proteja de la suciedad y las bacterias para evitar cualquier riesgo de contaminación. Y, por último, para sanar sin dejar marcas, aplicar un apósito cicatrizante tan pronto como la herida ya no sangre.
¡Ay, duele!